Fue el último ironclad de la Marina Real Británica que fue construido con una hélice que se podía izar, fuera de agua, para reducir la resistencia cuando navegaba a la vela, y el primero en tener una cubierta acorazada.
Los siguientes cruceros acorazados británicos fueron los de la Clase Nelson.
Cuando fue construido, se le consideró un ironclad o fragata blindada de largo alcance.
El Shannon fue diseñado para contrarrestar la observada amenaza de los ironclads de segunda clase empleados como corsarios contra el comercio, tales como los cruceros rusos General Admiral y su gemelo Gerzog Edinburgski.
La siguiente tabla da unas cifras sobre el coste de construcción del Shannon.