Alto poder explosivo antitanque o high-explosive anti-tank (HEAT) por sus siglas en inglés, es un tipo de proyectil empleado por muchas fuerzas armadas.
Este tipo de munición utiliza el efecto Munroe, usado extensivamente durante la Segunda Guerra Mundial contra los tanques rusos y estadounidenses; que consiste básicamente en la creación de un espectro de plasma dirigido a un punto específico del tanque, que debido a su alta temperatura y velocidad de impacto, desprende un chorro de metal contra su objetivo, rompiendo literalmente el metal y el blindaje del tanque en astillas a altísima velocidad, junto con el material del proyectil como metralla, causando la muerte o heridas graves a la tripulación del tanque.
Usado inicialmente en batallas navales hace cientos de años, se descubrió que añadiendo metal a un explosivo se conseguía una carga dirigida con mayor poder destructivo.
A esta parte del proyectil se le denomina reactor, inmediatamente delante del cono, que generalmente se compone de cobre, por su bajo punto de fusión y su alta efectividad para este tipo de proyectiles está la ojiva hueca del proyectil (de ahí su segundo nombre); y en la punta el fusible de activación, colocado a una distancia determinada, cuyo funcionamiento resulta vital para garantizar el máximo efecto destructivo del proyectil.
Se crearon ojivas HEAT dobles para evitar el blindaje reactivo, obteniendo con ello muy buenos resultados.