Con el tiempo las alas volaron y el entreala se integró a la multitud que actúa en el mediocampo.
)[2][3] Actuando en las inferiores del Club Villarino marcó once goles a su similar de Gimnasia y Esgrima.
[13] La Copa Roca fue un certamen amistoso que Argentina disputó ante Brasil en doce oportunidades entre 1914 y 1971.
[15] El que luego llegaría a convertirse en el gran crack del fútbol argentino, Héctor Antonio (“Tito” Haz) comenzaba a mostrar sus naturales condiciones en las Divisiones del Club Villarino, y en cada actuación iba mostrando su clase.
Su padre, Santiago Haz, era su más ferviente hincha y no se perdía partido donde actuara su hijo.
Esa tarde “Tito” marco diez goles y su padre tuvo que entregarle lo prometido: ¡Un peso moneda nacional!