Es un plato muy mencionado en la literatura gastronómica y adscrito al mnunicipio de Hellín.
Por regla general se suele emplear trigo candeal que haya sido majado en un mortero y despojado del salvado.
Las legumbres y el trigo se ponen a remojo unas horas antes de su cocción.
En las recetas antiguas este plato se elaboraba de una forma bien distinta, la preparación era muy similar al de unas gachas en la que el trigo era molido en un mortero y posteriormente tostado.
Al polvo así obtenido se le diluía con leche.