Formado y educado, fue también compositor de música sacra así como aficionado a la astronomía.
También se puede admirar su astrolabio en Ratisbona con la figura que representa al griego Aratos de Soles.
Sin embargo, el Papa Gregorio Magno puso la abadía bajo su protección unos años más tarde.
Guillermo viajó a Roma a fines de 1075 para que el Papa confirmara las exenciones de la abadía, lo que le permitió aprender más sobre la reforma gregoriana.
Hizo distribuir una nueva copia de la Vulgata a los monasterios que deseaban adoptar la reforma.
Estos eran muy numerosos en las abadías benedictinas germánicas y de hecho servían como sirvientes.
Luego se construyó un espacioso monasterio en 1083, el más grande de su tiempo en el Sacro Imperio, con su iglesia románica dedicada a San Pedro.