Más bien, se refiere a la imagen presentada por Guillermo II y su conducta, que se manifiesta por la presentación pública de grandiosos desfiles militares y el autoengrandecimiento de su parte, esta última tendencia no fue desconocida por su abuelo Guillermo I y Bismarck durante el período que su padre Federico III era el príncipe heredero.
La fascinación de Guillermo II por la Kaiserliche Marine, la Armada Imperial, y su ambición de verla, la estableció como un instrumento para la proyección del poder mundial, lo cual se reflejó en la vida cotidiana alemana.
Este período se distinguió asimismo por una extraordinaria creencia en el progreso que al mismo tiempo que contribuía a la prosperidad enorme del Imperio alemán, estaba en desacuerdo con el conservadurismo social.
El término se aplica por igual a los estilos imperantes en las artes visuales y la arquitectura de la época.
Se utiliza para describir, entre otras cosas, una esencia neobarroca, estilo extraordinariamente prestigioso y orientado calculadamente para dar expresión a la demanda del Estado alemán y de su poder imperial.