En 1291, su hermano Enrique lo nombró condestable del Reino de Chipre.
Con el tiempo, el poder de Enrique comenzó a debilitarse, intensificándose todavía más con la epilepsia que padecía el gobernante.
Deseando usar este pretexto, Guido comenzó a planear un golpe de Estado.
Sin embargo, su conspiración había sido detectada y fue sentenciado a muerte.
Enrique volvió al trono en 1310 y reinó hasta su muerte en 1324.