En la cultura occidental puede ser utilizado para comunicar intenciones sexuales, que irán dependiendo del contexto desde el coqueteo hasta una invitación explícita.
En Madrid, capital de España, se emplea el guiño en el juego del mus, indicando a tu compañero que llevas 31.
En muchos países de Asia, guiñar un ojo puede ser visto como un gesto ofensivo.
Este gesto es compartido entre dos personas en privado, a espaldas de quienes los rodean, como en una reunión social.
[cita requerida] Algunas personas, especialmente niños y adolescentes, muestran un hábito de hacer un guiño involuntariamente cuando están sometidos al estrés, a menudo sin su conocimiento.