La guerra anglo-española (1804-1809) fue un conflicto que enfrentó a España, con el apoyo de Francia, contra Gran Bretaña.
Entre 1806 y 1807 Gran Bretaña atacó las posesiones españolas del Río de la Plata, en Sudamérica.
En 1806 Buenos Aires llegó a ser ocupado por los británicos durante 45 días y en 1807 cayó Montevideo.
Sin embargo, estas invasiones lograron ser rechazadas por las tropas del virreinato y gracias al apoyo de la propia población, que se levantó contra los invasores.
En 1807 Manuel Godoy acordó con Napoleón, por el Tratado de Fontainebleau, dejar libre paso por España a tropas francesas para invadir conjuntamente Portugal, aliado de los británicos.