[1][2][3] Fue elegido alrededor de 992,[2] después del 2 de septiembre de ese año, cuando su antecesor, el obispo Bermudo confirmó como Ueremudus Ouetensis sedis episcopus una donación del rey Bermudo II y su esposa Elvira a la catedral de Oviedo, y antes del 18 de diciembre del año 1000 cuando ya Gudesteus Ouetensis episcopus robora una donación del rey Alfonso V.
[4] Durante su pontificado, cuando el rey Bermudo II se refugió en Asturias, este monarca se trajo desde León los cuerpos de los mártires San Vicente, también abad, y San Pelayo por temor a que fueran profanados por las tropas de Almanzor que estaba haciendo grandes correrías y conquistas en las tierras de Castilla y León.
[2][6] El 15 de mayo de 1011, se concedieron ciertas rentas de forma vitalicia por parte del cabildo y del obispo al conde Gundemaro y a su mujer Muniadona.
Durante su pontificado figuran en algunos documentos los obispos Adaganeo y Ponce que debieron ser corepíscopos.
[7] Fue desterrado en fecha desconocida por Bermudo II quien ordenó el arresto del obispo y lo encarceló en el castillo de Prima de Reyna en Galicia durante tres años y después, arrepentido el rey, mandó a Jimeno, obispo de Astorga, que se había hecho cargo del gobierno de la sede ovetense, que lo liberara y fuera restituido en la mitra.