En caso de que la controversia fuera inminente o ya se haya desatado, la Guardia Urbana debía asesorar y brindar ayuda hasta tanto puedan acudir a lugar del incidente los medios de respuesta específica adecuados para cada caso en concreto.
Por otro lado, la Guardia desarrolló actividades de prevención y orden público, custodiando los espacios verdes y asesorando a turistas perdidos o extraviados para lograr su inmediata orientación.
Este accionar se encuentra enmarcado bajo las estrategias estipuladas en el Plan de Prevención del Delito del gobierno porteño de Aníbal Ibarra.
Durante su campaña como candidato Mauricio Macri había tildado a la Guardia Urbana como "una estafa"[2] En 2010, expresó que "los de la Guardia Urbana no hacían nada, era unos gorditos vestidos de verde que no pasaba nada".
La Guardia Urbana llegó a contar con más de 900 efectivos entre la dotación residual del CEVIP y el personal reclutado posteriormente.