Vive en praderas y altos valles con áreas pantanosas, donde la altura constituye una ventaja natural, al poder tener visión del peligro desde una distancia segura.
Anda con lentas zancadas, deteniéndose a picotear comida, que puede tener un tamaño relativamente pequeño.
Las parejas se unen de por vida, y su vínculo parece reforzarse con exhibiciones mutuas.
A veces recogen palos o arrancan manojos de hierba, y los lanzan al aire.
El superviviente suele anidar junto a sus progenitores, los cuales le alimentan con pequeños insectos.