El Grumman F3F fue el último caza biplano entregado a la Armada de los Estados Unidos.
Dos días después, tuvieron lugar seis recuperaciones después de vuelos en picado y el décimo día, el avión maniobró a 2438 m, registrando 9 g en los equipos de prueba.
Lamentablemente, con esta maniobra el avión se rompió en el aire, estrellándose en un cementerio y matando a Collins.
Una vez allí, fue probado por Lee Gehlbach, piloto de la propia Grumman; el 17 de mayo, el avión entró en barrera plana y, como la recuperación era imposible, el piloto saltó en paracaídas.
[2] Unos pocos F3F fueron utilizados por las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos (USAAF) como entrenadores, bajo la denominación UC-103/UC-103A.