Ground-Based Midcourse Defense

Es un componente importante de la estrategia estadounidense de defensa antimisiles para contrarrestar los misiles balísticos, incluidos los misiles balísticos intercontinentales (ICBM) que transportan ojivas nucleares, químicas, biológicas o convencionales.

El sistema está desplegado en bases militares de los Estados de Alaska y California; en 2018 comprende 44 interceptores y abarca 15 zonas horarias con sensores en tierra, mar y órbita.

[1]​[2]​ En 2019, una revisión de la defensa antimisiles solicitó que 20 interceptores terrestres adicionales tuvieran su base en Alaska.

(MDA), mientras que el control operativo y la ejecución corre a cargo del Ejército de los Estados Unidos, y las funciones de apoyo las proporciona la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

[4]​ Se proyectó que el programa habría costado 40 mil millones de dólares para 2017.

Un misil interceptor terrestre del sistem GMD cargado en un silo en Fort Greely, Alaska, en julio de 2004.