Allí coincidió con Luis García-Ochoa Ibáñez, Álvaro Delgado Ramos y Cirilo Martínez Novillo, con los que formaría un grupo escogido seguidor de Daniel Vázquez Díaz, profesor en dicha institución.
[4] Por necesidades económicas tuvo que dedicarse a la decoración, abandonando la pintura durante algunos años y reapareciendo en 1946 en la segunda exposición colectiva de la llamada Escuela de Madrid.
A partir de ahí realizó varias exposiciones, tanto individuales como colectivas, en España y América Latina.
Entró entonces en su mejor década exponiendo diez veces entre 1972 y 1978, en las galerías Theo (Madrid), Decar (Bilbao), Sur de (Santander, Valle Ortí de Valencia, Biosca (Madrid),[5] Litoral (Alicante), Caledonia (Bilbao), Van Gogh (Vigo), Laietana (Barcelona).
En 1989 se reunió en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid una gran muestra retrospectiva.