Se casó con su sobrina Delia Palacio Santillán, con quien tuvo diez hijos.
Se dedicó al comercio con una curtiembre y talabartería.
Se desempeñaba como presidente de la legislatura cuando la renuncia de su primo materno Octavio Gondra Alcorta, tras una larga persecución a Antonino Taboada y su hermano Gaspar, le permitió asumir como gobernador.
En julio de 1875 se profanó la tumba de Juan Felipe Ibarra y sus restos esparcidos, aunque fue vuelto a enterrar en un lugar desconocido.
También se sancionó una ley de excepción impositiva para los ingenios azucareros y los viñedos.