Giovanni Benedetto Castiglione
Se aplicó al estudio del arte antiguo, una formación que le permitió, al retornar a Génova, ocupar un lugar de privilegio entre los artistas de su ciudad, técnicamente un tanto limitados.A partir de 1645, Castiglione dedicó creciente atención al grabado, medio en el que produciría unas 70 imágenes.Copió algunas de sus pinturas en grabados de monotipo, género del que fue pionero, y al retornar a Roma en 1647 se llevó consigo muchas planchas, que serían dadas a conocer en los siguientes años.Paralelamente a su labor como grabador, Castiglione siguió enriqueciendo su pintura con rasgos del barroco decorativo de Pietro da Cortona y Bernini, y conoció también a Salvatore Rosa.Castiglione ocupa un puesto singular en el barroco italiano por su habilidad como pintor de animales y su peculiar inclinación hacia lo pintoresco y misterioso: personajes orientales, monos y demás seres exóticos, temas de brujería, escenas nocturnas… Ejemplo representativo es su Diógenes (Madrid, Museo del Prado), donde enmarca numerosos animales y elementos de bodegón en una composición mesurada, enriquecida con citas de la escultura clásica.