Grato de Aosta

Según la tradición, Grato fue un presbítero que colaboró con Eustasio, el primer obispo de Aosta.

Su participación en el segundo sínodo de Milán celebrado en el 451 es segura, y firmó las actas en nombre del obispo Eustasio, que no pudo asistir, quizás por su avanzada edad.

En la pintura sobre el altar del citado santuario de Boves, se puede ver a Grato presentando a María un paño con la cabeza del Bautista representada.

Sus reliquias se guardan en la Catedral de Aosta en un estuche relicario, una joya del arte gótico iniciado por Guglielmo di Locana y completado por el orfebre flamenco Jean de Malines.

Se llevan en procesión por las calles del centro histórico el día de su fiesta.