Gran Mancha Blanca

Este fenómeno consiste en la aparición de tormentas periódicas lo suficientemente grandes como para hacerse visibles a los telescopios terrestres, distinguiéndose por su aspecto blanco característico.

En 1876 la Gran Mancha Blanca era extremadamente prominente, siendo visible en con telescopios con aperturas tan pequeñas como 60 mm.

Cuando los gases de las capas superiores son poco densos, tienden a eliminar la convección, pero al volver a ganar densidad esto los hace inestables, causando tormentas eléctricas cuando se precipitan sobre las capas más bajas.

Los investigadores proponen que tormentas similares no son visibles sobre Júpiter porque este planeta tiene menos vapor de agua en su atmósfera superior.

Por lo tanto, históricamente nunca se pudo haber avistado manchas blancas durante este período, aunque la sonda espacial Cassini sí ha sido capaz de observar el planeta entero desde que llegó poco después del solsticio de invierno en 2004.

La Gran Mancha Blanca de Saturno.