Gradlon

Según la leyenda, durante su juventud pagana, Gradlon se enamora profundamente de Malgven, la reina del Norte, una especie de hada (una banshee, según la tradición irlandesa), durante una expedición guerrera.

El hada abandona a Gradlon franqueando un río torrencial y advirtiéndole que no la siga.

A la muerte de Gradlon, lo sucedió su hijo Salomón I;[1]​ luego, su nieto, Aldrien.

Se dice que los concejales, para escatimar la hacienda de la ciudad, habrían ordenado en secreto que se fragilizara el pie de la copa mediante unos cortes invisibles con una sierra.

Estas fortificaciones, situadas en medio de la zona recorrida por la Gran Tromenie, tal vez constituían la Corte del rey Gradlon, a la que se alude, tres siglos más tarde, en el siglo XIII, en la «Vida de San Ronan».

Puesto que de tal manera oigo los binious, las bombardas y las arpas.

Ahes merc'h ar Roue Gralon, Tan an ifern en he c'halon, Er penn kentañ eus an diroll, A gas ar gêr d'he heul da goll.

San Winwaleo, con penas de amor, Ha venido a encontrarse a menudo con su padre, Y, con piedad, el hombre de Dios, Ha dicho al Rey: Sant Gwenole gant kalonad, 'Zo bet meur a wezh 'kaout he zad, Ha gant truez an den doue, En deus lavaret d'ar Roue : "Gradlon, Gradlon, prestad atención, A los desórdenes de Ahès, Porque llegará el tiempo, En que Dios lanzará su cólera".

Y el Rey prudente, encolerizado, A su hija ha aconsejado, Pero, debilitado por la vejez, Ya no tiene fuerzas para combatirla.

Hag ar Roue fur spouronet, D'e verc'h en deus bet kelennet ; Met diskaret gant ar gozhni, 'N deus mui an nerzh da stourm outi.

La estatua de Gradlon, entre las dos flechas de la catedral de Quimper
Kerlaz : iglesia parroquial de Saint-Germain, vidriera de Gabriel Léglise que representa a " San Winwaleo , abad de Landévennec, salvando al rey Gradlon durante la sumersión de la ciudad de Ys "