Desde joven demuestra su valor, en el invierno de 1572-1573 tres padres jesuitas españoles atravesaban Francia, camino a Roma, a la congregación general que había de elegir sucesor de Borja.
Hace sus primeros votos en 1578 y se ordena sacerdote en 1585, uno de los sacerdotes rescatados en Cardelat, Juan Suárez, le ofrece los mejores puestos en su provincia, así como las primeras y más altas cátedras, las cual rechaza por no desearse ver a la cabeza de sus compañeros.
En su fervor de la fe ordenó al alcalde Manuel de Maldonado que apresara y castigara al indio Nacabeba quien se resistía a adorar la cruz[3] y a adoptar costumbres españolas, de ese modo el indio fue azotado lo que provocó una fuerte sublevación de los indios sinaloas y guasaves, rebelión que se extendió hasta el pueblo Deboropa o Tabalopa, donde ocurrió el martirio del padre Gonzalo de Tapia el día 11 de julio de 1594.
Asesinado a manos del indio Nacabeba y otros siete más en el pueblo de Taborapa, Sinaloa.
[4] Es considerado el fundador de la parroquia de San Luis Rey en Guanajuato, donde se conserva un retrato de su martirio, en Guadalajara, se le levantó una estatua y se veneraron sus reliquias.