Gonzalo de Ocampo

En esta curiosa expedición no irían soldados, preferentemente serían agricultores y artesanos, acompañados de sus familias, los que compondrían aquella legión pacificadora.Para completar las previsiones humanas que requerían el proyecto, las Casas recorre pueblos de Andalucía, Extremadura y La Mancha; ofrece pasaje y sustento desde que llegasen a Sevilla hasta que desembarcasen en las costas cumanesas; además se les concederían tierras, aperos de labranza, semillas, animales de cría y auxilios complementarios por un año hasta que comenzaran a producir para sustentarse por sí mismos.Esta generosa oferta, al principio dio sus buenos frutos, ya que en todos los pueblos hispanos los campesinos se inscribían en masa para trasladarse a las promisorias tierras que les ofrecía el iluso clérigo.Cuando llega a tierra firme de Cumaná la expedición lascasiana, Gonzalo de Ocampo había fundado una ciudad llamada “Nueva Toledo”, fray Bartolomé le presentó sus provisiones y autoritariamente le pidió que desalojara el campo; además recriminó a Ocampo sus métodos colonizadores que empleaba en la zona.“Caballeros” y agricultores de fray Bartolomé, unidos a los soldados de Ocampo, cuando se ven solos y sin freno, cada uno toma el partido o el camino que más le interesa y la nueva ciudad se despuebla lo que hará que fracase el proyecto de Las Casas.