Gonzala Santana

Gonzala Santana (Alaejos, Valladolid, 1844-Salamanca, 1926)[1]​ fue una filántropa española conocida como ‘La pollita de oro’, por su generosidad y fortuna.Al quedar huérfana heredó una importante cantidad de dinero que le permitió vivir con desahogo sin necesidad de casarse, lo que resultaba inusual en aquella época, siendo amante de los viajes y ocupándose a la vez de repartir becas y ayudas humanitarias, cuestión en la que coincidía con otro ilustre salmantino al que le unió una profunda amistad, Vicente Rodríguez Fabrés.[2]​ Creó múltiples becas para niños de familias humildes a quienes se llamaba “gonzaineros”,[3]​ llegando a apadrinar a 33 internos y más de 200 externos, y aportando asimismo dinero -100.000 pesetas- para la construcción de un colegio.[6]​[8]​ También hay una calle a su nombre en su lugar de nacimiento, Alaejos (Valladolid).[9]​ Vivió en Salamanca en una casa junto al Palacio de Monterrey que se convirtió en un establecimiento hostelero.