Goigs

Existen, parece, desde el siglo XVI, pero los más antiguos que se conservan son del XVII.

Son impresos sencillos, en hojas sueltas (de 30 por 20 cm, aproximadamente) y con una composición tipográfica mantenida con pocas variantes hasta hoy en día: una orla –formada con elementos tipográficos o dibujada– enmarca el título, el texto, la imagen de la advocación y la música, que no aparece impresa hasta el siglo XVIII.

[3]​ Pertenecen a un tipo de literatura piadosa, abundantemente representada en España y en Cataluña.

Destaca entre estas entidades los Amics dels Goigs (del catalán;Amigos de los Gozos), fundada el 1922 por Mn.

[6]​ También hay entidades de gogistes en Sabadell, Tarragona, Solsona, Vilanova i la Geltrú, Bagà y otros lugares.

La danza repetía el estribillo a finales de cada estrofa, tal como lo hacen todavía hoy en día los gozos.

En cuanto al contenido poético, los gozos primitivos conmemoraban las siete alegrías o gozos más importantes que tuvo la Virgen María (la Anunciación, el Nacimiento de Cristo, la Adoración de los Reyes, la Resurrección, la Ascensión, la Venida del Espíritu Santo y la Asunción).

En Cataluña también ha habido mujeres que han participado de este género, como por ejemplo Clementina Arderiu.

Las melodías son sencillas, con pocos elementos, y acostumbran a tener un aire repetitivo pero ágil al mismo tiempo.

Cuando la técnica lo ha permitido, también se ha usado la calcografía, la fotografía, el dibujo... Entre los artistas contemporáneos que han destecado en dar imágenes a los gozos podemos mencionar Enric C. Ricart, Josep Obiols, Antoni Gelabert, Antoni Ollé Pinell y Josep M. Subirachs.

Goigs de San Pedro Mártir (1917)
Goigs de la Virgen María de Requesens (1899)
Cerámica de los gozos a la Virgen María de Bruguers