[1][2] Gloria se involucró en la política desde joven y fue dirigente del partido Copei desde los 14 años.
[3][4] La victoria de Gloria estableció un precedente en la política de Caracas, y cuando Chacao y El Hatillo consiguieran su autonomía como municipios en 1992 también eligieron a mujeres como alcaldesas, Irene Sáez y Mercedes Hernández de Silva respectivamente.
[3] Lizarraga asumió la tarea de promover la institucionalidad del municipio desde cero, dado que el antiguo Distrito Sucre concentraba sus poderes en Petare, durante un periodo de crisis económica e inestabilidad política luego del Caracazo.
Según ella, la primera sede de la Alcaldía de Baruta operó en el tercer piso del centro comercial Plaza Las Américas, en un local con sillas alquiladas y con cajas en vez de escritorios y archiveros, además de que debido a la falta de recursos se vio obligada a contactar a las empresas ubicadas en el municipio para que adelantaran el pago de sus impuestos para poder cancelar las nóminas de su personal obrero, y que ni los funcionarios administrativos ni ella cobraron hasta tener ingresos estables.
[3] Ha sido descrita como una de las mujeres pioneras en la política venezolana.