[1][2][3] Todos los glomérulos se sitúan cerca de la superficie del bulbo olfatorio.
[2] La zona donde no está el nervio olfatorio está compuesta por procesos dendríticos de neuronas intrínsecas (que realizan sinapsis locales) y es donde se producen interacciones dendrodendríticas entre neuronas intrínsecas.
[2] Los glomérulos son importantes estaciones de paso en la vía sensitiva que envía información desde la nariz hasta la corteza piriforme y son una parte crítica para la transducción de la señal olfativa.
Estas células proyectan entonces su axones al bulbo olfatorio donde realizan sinapsis en los glomérulos.
Además todas las neuronas sensitivas que proyectan a un mismo glomérulo expresan el mismo receptor olfatorio, haciendo que cada glomérulo sea específico de dicho receptor de forma que los patrones de activación glomerular en el bulbo olfatorio parecen estar representando las cualidades del olor detectado.
Actualmente se acepta que los axones de todas las neuronas receptoras que expresan el mismo receptor convergen en uno o dos glomérulos de unos 1800 posibles en cada bulbo olfatorio.
En el sistema olfatorio de mamíferos cada célula mitral envía una sola dendrita principal a un único glomérulo.