Se encuentra dividida en barrios, entre los cuales los principales son Kanmar, Almafuerte, Las Calandrias, Parque Roma, El Progreso, Santa Ana, Gendarmería, Centro, Los Aromos, Villa París, Los Álamos e Ipona.
Está constituido por tierras denominadas llanos, carentes de formaciones elevadas notorias.
Sus tierras son aptas para el cultivo y la cría de ganado.
El lugar comenzó a conocerse como "Estancia de Juan Glew", que estaría ubicada en lo es actualmente la calle Avellaneda, con cuatro puestos de colonos llamados: Centinela, Tacuarembó, Chuquisaca y Ombú.
Juan Glew edifica en Avellaneda y Moreno, frente a la estación, el primer almacén de ramos generales y vende parte de las tierras al Ferrocarril del Sud.
Esa venta fue reglada en dicha fecha ante el escribano Francisco Castelloti por un precio total de 8000 pesos.
Desaparecido don Juan Glew, la vieja estancia fue alcanzada por el progreso con la entrada de las vías del ferrocarril y se fue dividiendo en las parcelas que dieron origen al pueblo.
Sus descendientes dividieron el campo heredado y se adjudicaron distintas fracciones.
Podríamos recordar entre aquellos primeros pobladores del pueblo a Amadeo Poggio; Pedro Díaz; Daniel Acebal; Elsa Ibarra; Luis Cacosa; Oscar Taño; Alfredo Roggero; Tomas Casado; Domingo Tagliaferro; Aurelio Amoedo, a quien se debe el primer pavimento del pueblo.
Sarmiento firmó el edicto para la fundación de la Escuela N.º 4 en Ministro Rivadavia, y en 1905, se trasladó a Glew.
Inmigrantes provenientes de la Primera Guerra Mundial se asientan en los fondos del pueblo nuevo.
Entre esos núcleos de población en "las afueras" del viejo y nuevo pueblo, se construyen barrios con distintas denominaciones, tales como: Gorriti, Las Calandrias, Los Altos, Villa París, Parque Roma, Los Álamos, Parque Ipona, Los Pinos, La Reforma, Almafuerte, Kanmar, Gendarmería, Villa Amancay, Barrio Parque El Progreso, etc.
Veintitrés calurosos veranos fue el tiempo que Raúl Soldi tardó en concluir estos murales con la técnica renacentista del fresco.
Allí se exhiben 60 obras, entre óleos, dibujos y grabados, que abarcan distintas etapas pictóricas desde 1927 hasta 1978.
El edificio de la Biblioteca, fue donado para tal fin por el artista plástico argentino Raúl Soldi, quien tuviera destacada actividad en nuestra ciudad pintando las paredes murales de la Capilla Santa Ana mediante la técnica del fresco.
El nombre es en homenaje al escritor tucumano Pablo Rojas Paz quien fuera gran amigo de Raúl Soldi.
Los Museos Vaticanos incorporaron en 1987 una obra suya titulada "La Virgen y el Niño" con esta última suman dos los cuadros que posee la Santa Sede, la anterior se titula "Santa Ana y La Virgen Niña" A partir de este último año hasta la fecha de su fallecimiento, realizó varias exposiciones, la más destacada en el Museo de Arte Decorativo.