En la mitología nórdica, Gleipnir es la ligadura irrompible con la que los Æsir lograron encadenar finalmente al lobo Fenrir.
Gleipnir era una cinta liviana, sedosa y fina que, sin embargo, nadie podría romper.
Estaba fabricada con seis maravillosos ingredientes: Para poder apresar a Fenrir fue necesario engañarlo haciéndolo participar en una competición.
Como ninguno se decidía a hacerlo, el dios Tyr acabó cediendo, por lo que terminó perdiendo su mano, al comprobar Fenrir el truco del juego y cerrando su boca en ella, cortándosela.
Gleipnir resistirá hasta el Ragnarök, en ese momento Fenrir se liberará de sus ataduras, matará a Odín y será asesinado por Vidar.