Pues Swain destaca especialmente por su rigor conceptual; de ahí que sus trabajos hayan aportado una perspectiva crítica muy rigurosa, y acaso más ancladas en la tradición.
Así pues, ella trabajó valorando tanto las perspectivas radicales de la antipsiquiatría como las del nuevo psicoanálisis, dominado por Jacques Lacan, pero remontándose a las fuentes.
Finalmente, toma en consideración el papel que los psicotrópicos tienen en la remodelación del tratamiento psiquiátrico más reciente.
Con todo, ella atribuye la creación del primer asilo al descubrimiento de que los «locos» tenían precisamente una mente muy concreta (no estaban dominados por fuerzas externas), sino que eran vistos como seres humanos cuyas perturbaciones mentales podrían recibir un tratamiento médico.
Los materiales que Gladys Swain estaba reuniendo para la redacción de un escrito sobre Jean-Martin Charcot quedaron un tiempo en barbecho, tras su muerte.
Cuatro años más tarde Gauchet se decidió a imprimirlos, tras darlos forma.