Comenzó su carrera artística bajo la orientación de su padre Vincenzo Abbati.
Posteriormente estudia en la academia de Venecia con Grigoletti, en ese periodo entra en contacto con Signorini y Vito D'Ancona.
Vuelve a Florencia en 1860, después de haberse integrado al movimiento garibaldino (perdió un ojo en la batalla de Santa Maria Capua Vetere).
En Florencia frecuenta el Caffè Michelangiolo y practica la pintura al aire libre en la casa de su amigo Diego Martelli en Castiglioncello, formando parte del grupo de los macchiaioli.
Muere a consecuencia de la mordedura de su perro rabioso.