La girificación es el proceso por el cual se forman los pliegues que son característicos de la corteza cerebral.
[10] Desde aquella, una gran cantidad de teorías han estado vinculadas indirectamente a esta hipótesis.
El tejido que cubre la corteza cerebral embrionaria se compone de varias capas finas de ectodermo (que se convertirán en piel en el futuro) y de tejido mesenquimal (que se convertirá en músculo y en tejido conjuntivo en el futuro, incluyendo el cráneo).
Estas capas finas crecen durante la expansión de la corteza pero, posteriormente, el tejido mesenquimal del cerebro se convertirá en cartílago; y la osificación de las placas craneales no se produce hasta una fase posterior en el desarrollo.
[6] Además, un estudio mostró que se puede inducir la girificación de forma experimental en los embriones de ratones, pero tiene que ser durante las etapas tempranas, cuando aún no se formaron las conexiones axonales.
Las condiciones tempranas del cerebro tienen una gran influencia en el nivel de girificación que se alcanzarán.
Aquellas áreas del cerebro donde hay menos grosor son las que tienen una mayor girificación, y viceversa.
El modelo de crecimiento completamente isotrópico propone que las capas de materia gris (envoltura exterior) y blanca (núcleo interior) crecen a ritmos distintos, pero que son uniformes en todas las dimensiones.
[6] Los pliegues en la superficie del cerebro se forman debido a la inestabilidad, y en los modelos de crecimiento tangencial se obtiene más a menudo que en los modelos isotrópicos el nivel de inestabilidad que producen los pliegues.
A este nivel de inestabilidad se le llama punto crítico, en el cual los modelos prefieren liberar energía potencial perdiendo estabilidad y formando pliegues para adquirir más estabilidad.
Esto puede indicar que los mecanismos genéticos pueden determinar la ubicación de los giros más importantes.
[18][19][20] En la girificación pueden contribuir genes que influyen en las dinámicas de los progenitores en la corteza, en la neurogénesis y en la migración neuronal, así como genes que influyen en el desarrollo de circuitos en la corteza y en las proyecciones axonales.
[28] Las fibras de CRG son muy largas y se extienden desde la corteza en desarrollo hasta la superficie de la piamadre del cerebro, y sirven como guías físicas para las migraciones neuronales.
[31] Todavía no está claro cómo podría ser esto posible sin más elementos mecánicos.
Aquellos mamíferos que tienen un IG elevado, suelen ser más grandes que aquellos con un IG más pequeño; por ejemplo, las ballenas piloto y los delfines nariz de botella tienen IGs mayores.
[36] Mota y Herculano-Houzel encontraron una relación lineal en mamíferos expresada en términos de girificación.
[37] Propusieron un modelo que combina distintas medidas morfométricas (grosor del córtex, área expuesta y área total) que podría ser una forma de describir la girificación.
[18][21] La lisencefalia es un estado patológico humano y, en aquellos seres humanos que lo padecen, una gran porción de neuronas son incapaces de llegar hasta la corteza externa durante la migración neuronal, y se quedan bajo la placa cortical.
[39][40] Se ha constatado que una amplia gama de genes, cuando mutan, causan polimicrogiria en seres humanos, que van desde enfermedades relacionadas con la proteína mTOR (por ejemplo, AKT3) hasta canalopatías (canales de sodio, "SCN3A").
Sin embargo, existen estudios recientes sobre el mecanismo de las malformaciones debidas al Zika que indican que las deformidades más importantes se deben a la infección y muerte celular de las CRG.