Morelli trabajó principalmente en estuco y terracota, aunque también se citan obras en bronce de su autoría.
Por su parte, el historiador del arte Roberto Alonso Moral le ha relacionado con los ángeles que acompañan el medallón que representa al papa san Símaco dentro de la misma campaña decorativa.
[5] Consta que en esa misma época realizó igualmente diversas obras para la familia Spada.
[4] Se ha sugerido que el Palacio Mazarino, la iglesia de Val-de-Grâce y los nuevos aposentos de la reina Ana de Austria en el Palacio del Louvre, entonces en obras, podrían ser los lugares en los que Morelli podría haber trabajado, o cuyas obras podría haber conocido, durante su posible estancia francesa.
[11] Constan, además, otros trabajos realizados por Morelli para el duque de Montalto.
[11] Según cuenta Palomino en su biografía, Morelli escribió a Velázquez,[7] al que posiblemente había conocido en Roma durante la segunda estancia en Italia del pintor entre los años 1649 y 1651, y le hizo llegar diversas obras suyas, con la esperanza de que fueran presentadas al rey Felipe IV, como efectivamente ocurrió, siendo remunerado posteriormente por esas obras.
Al parecer es el San Juan Bautista que Palomino menciona en su biografía de Morelli como una de las obras enviadas por el escultor a Velázquez desde Valencia para que le fueran presentadas al rey Felipe IV.
[27] Dejó a su muerte tres hijos, Magdalena, Juan Vicente y Mateo,[28] los dos últimos de muy corta edad.
Estas representaciones infantiles acostumbran a responder a un tipo característico que ha sido descrito como “de carrillos hinchados, boca pequeña, ojos vivos muy resaltados” [30] y de “particulares rizos agudos en el cabello”.
[31] El ya citado San Juanito del Museo del Prado así como los putti del palacio de Aranjuez, que son las dos únicas obras de autoría documentada de Morelli, han permitido ir identificando gradualmente otros trabajos suyos que hasta ahora se desconocían y que en parte resultan identificables por estas características.