[2] El autor lo sabe resolver no sólo de una manera funcionalmente brillante sino también logrando marcar un hito en la arquitectura madrileña del momento.
El problema del patio de recreo lo resuelve ubicándolo en la terraza plana, siguiendo el ejemplo de la Escuela al Aire Libre del holandés Jan Duiker.
[3] El juego entre planos verticales e inclinados, huecos y salientes en diversos materiales, logran que con bien pocos medios se rompa la monotonía de una fachada demasiado larga para su altura.
[4] La circunstancia adquirió mayor notoriedad si cabe ya que se da la circunstancia de que existe una rivalidad entre los alumnos del colegio y los del Instituto Ramiro de Maeztu –centro muy cercano al Colegio Maravillas–, donde nació el principal rival en la capital del Real Madrid de Baloncesto: el Club Baloncesto Estudiantes, que tuvo sus antecedentes en el Instituto-Escuela donde el club madridista realizó sus pruebas para conformar el primer equipo de sus historia con motivo de su fundación en 1931.
[5][6] Asimismo, en este caso por no poseer unas instalaciones propias donde desarrollar la actividad, la Sección de Voleibol del Atlético de Madrid usó entre otras el gimnasio del colegio como lugar donde disputar sus encuentros como local.