Castillo de Gigonza

Sobre la estrecha y baja puerta, con un dintel con dos fuertes impostas, tiene una ventana en arco de herradura.

Así, cuando los seres humanos tornaron su modo de vida nómada por una más sedentaria, no tardó mucho en florecer una ciudad turdetana junto a los citados baños denominada Saguntia, que significa “fuerte”.

Durante la expansión romana, y según cuenta el historiador Tito Livio, Roma envía al Valle del Guadalquivir al cónsul Catón en ayuda del pretor Publio Manlio para reducir a las tribus turdetanas y celtíberas.

Cuando fallece, el castillo y los Baños pasan a su hijo don Diego Ponce de León Carrizosa que muere en la guerra civil y el balneario deja de funcionar como tal.

En 1945, la marquesa lo vende a don Salvador Pineda Lobato “el Rondino” siendo sus herederos los actuales propietarios.

Ermita visigoda
Celebración en el patio de armas
Vista del palomar en la 2.ª noche medieval en el Castillo de Gigonza