El 17 de febrero de 1759 estrenó en Parma su primera ópera, Ricimiero, re dei goti, que ese mismo año se representó en Roma donde, según testimonia Goldoni en sus memorias, obtuvo una acogida triunfal.
Sin embargo, en junio del mismo año, presentó el poema dramático Astrea placata; y en noviembre la ópera Cajo Fabrizio en el San Carlos.
En 1765 regresó a Italia representando en Turín la ópera con libreto de Vittorio Amedeo Cigna-Santi, Montezuma.
El propio Mozart, en la correspondencia a su hermana Nannerl, califica su música como muy bella;[1] y para el escritor Wilhelm Heinse las melodías de Majo eran superiores a las de Pergolesi y Gluck.
En los tratados del siglo XVIII es considerado uno de los tres compositores italianos, junto a Niccolò Jommelli y Tommaso Traetta, que reformaron la ópera seria, reforma que actualmente se atribuye a Gluck.