Ghada Jamsheer
[2][3] Pese a las reformas que el rey Hamad bin Isa Al Jalifa llevó a cabo en 2002, donde se instauraron el voto femenino y la posibilidad de ser electas para cargos políticos públicos, las activistas por los derechos de la mujer demandan leyes que regulen el estado personal, permitan el divorcio, regulen el linaje y la paternidad y eleven la edad de matrimonio a los 22 años; en general, la codificación y reforma de las leyes familiares, ya que al no estar codificadas las sentencias recaen en la subjetividad del juez de la sharia pertinente.Paralelamente, explicaba el funcionamiento, objetivo e historia del Comité de Petición Femenino.En 2007 estableció el Fórum de Mujeres Musulmanas para los Derechos Humanos y Democracia junto a la ex primera ministra de Pakistán, Benazir Bhutto, y la activista iraní Shirin Ebadi.Esto, según ella misma contó, supuso un aumento en las amenazas que recibía por parte de autoridades y que se le negara la atención primaria en los hospitales públicos, por lo que viajó hasta Catar para pedir asilo político, pero el país vecino no se lo concedió y hubo de volver a Baréin.Supuestamente, las autoridades le habían hecho llegar una carta en la que se le informaba de que no podía abandonar el país por orden del fiscal general a causa de sus incidentes con la justicia, pero ella argumentaba que no se la puso en conocimiento hasta que se dispuso a coger un avión en el Aeropuerto Internacional de Baréin con destino a Francia por motivos de salud y no se le permitió.[8][9] El de Ghada Jamsheer no es un caso aislado, sino que otras activistas bahreiníes por los derechos de la mujer como Badriya Rabi'a, Fatima al-Hawaj y Mariam Ahmad se han encontrado con obstáculos similares a nivel judicial en el ejercicio de sus reivindicaciones.[3][9] El caso de Ghada Jamsheer ha impactado a nivel internacional; asociaciones como Amnistía Internacional, Front Line Defenders, Reporteros Sin Fronteras o Centro del Golfo para los Derechos Humanos, entre muchas otras, denuncian su situación y la de miles de activistas en el país por el lamentable estado en el que se encuentra el derecho de libertad de expresión y protesta[11][8][12][13] -The Executioner and the Victim in Sharia Courts (2005) Publicación: Bahrein; Literary Treasures House.