La gestión educativa se refiere al proceso encaminado a enriquecer los proyectos educativos en las Instituciones, promueve la autonomía institucional en el marco de las políticas públicas y enriquece los procesos pedagógicos, apegada a las necesidades educativas del contexto, es decir, a nivel local y regional.
[2] En el nivel universitario disminuyen estos acercamientos, los existentes van enfocados a la utilización de las TIC´s[3] promoción de investigación, evaluación,[4] gestión basada en el enfoque a procesos, la mejora continua[5] y un tópico muy interesante, la responsabilidad social.
Sin embargo, existen elementos empíricos que hacen suponer que el modelo de gestión predominante en las universidades, predetermina e incide en el desarrollo del proceso de aprendizaje, y que, a su vez, este último repercute en la calidad de la educación.
Es decir que, tanto las funciones adjetivas como las sustantivas, están interrelacionadas y forman parte de un proceso integral, por lo que éstas necesitan ser analizadas y estudiadas en sus diferentes dimensiones".
La cual es definida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) como la que “asegura a todos los jóvenes la adquisición de los conocimientos, capacidades, destrezas y actitudes necesarias para equipararles para la vida adulta”.