Gesio Floro (en latín: Gessius Florus) fue el procurador romano de Judea entre los años 64 y 66.
Gesio Floro fue designado procurador por el emperador Nerón, para sustituir a Luceyo Albino, decisión en la que influyó la amistad de su esposa con la emperatriz Popea Sabina.
En una ocasión los sacerdotes judíos estaban realizando el culto, y un griego sacrificó varias aves sobre un recipiente de barro a la entrada de la sinagoga, un acto que hacía que el edificio quedara ritualmente impuro.
En respuesta a esta acción, los judíos solicitaron una audiencia con Gesio Floro para pedir una reparación.
Tras el estallido de la Gran Revuelta Judía del año 66, fue reemplazado como procurador por Marco Antonio Juliano.