En la década de 1960, fue contratado para grabar tres discos con la discográfica Capital, llegando a convertirse en un importante representante de la música folklórica boliviana.
[2]También grabó junto a los músicos bolivianos Casiano Tejeda, Alberto Vargas y Eugenio Sánchez.
Rosas solía cantar acompañado del charango en chicherías de la ciudad de Sucre, espacios conocidos por borrar temporalmente las clases sociales.
[3] Rosas fue perseguido a causa de su homosexualidad por los Gobiernos militares que gobernaron Bolivia entre 1964 y 1982.
[4] Murió en soledad en el Hospital San Pedro Claver.