[1] Las civilizaciones precolombinas se encargaron de utilizar los recursos alimenticios de sus regiones para lograr una identidad propia y generar sabores que sobrevivieron a la conquista española y se mantienen aún en el presente.
Tradicionalmente se encuentran repartidas en diferentes regiones peruanas, como Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cuzco y Piura.
José María Blanco, capellán quiteño del presidente Luis José Orbegoso que visitó Cusco y Arequipa en la década de 1830, escribió sobre los establecimientos de este tipo que vio en ambas ciudades.
Respecto a la música, las chicherías o picanterías han sido el laboratorio maestro del mestizaje musical popular, pues como centros de convergencia para el descanso y la recreación, convocaban gentes de diferentes lugares (en tiempos del arrieraje) que intercambiaban sus versos y canciones con los parroquianos locales.
[11] Una picantería arequipeña es un establecimiento dedicado a servir la típica gastronomía arequipeña y donde se ofrece un menú del día consistente en una sopa robusta y abundante, junto con un segundo plato en porción más pequeña.