Aunque su historia sigue siendo casi desconocida hoy en día, todavía existe un reloj de repetición que lleva su nombre en la esfera.
[2] El primer taller, destinado a la fabricación de piezas en bruto, se creó al oeste de Le Locle, en la rue des Billodes y a menudo se lo denomina "Fabrique des Billodes".
Georges Favre-Jacot era el administrador, con responsabilidad ilimitada, y tenía la firma corporativa única.
Georges Favre-Jacot, que dirigió su negocio en solitario durante 30 años, tuvo dificultades para aceptar estas nuevas limitaciones, y a menudo no solicitaba la autorización del consejo antes de emprender obras de ampliación.
Así, el consejo rechazó las inversiones propuestas, e insistió en que las nuevas instalaciones necesarias para la producción del novedoso calibre debián financiarse con la venta de las existencias antiguas, es decir, de los calibres anteriores al Zenith.
[3] Durante casi diez años, Georges Favre-Jacot luchó por poder vender sus productos a precios bajos y en grandes cantidades para seguir siendo competitivo, desarrollando los medios de producción y reformando el sistema comercial.
Georges Favre-Jacot, obstaculizado por el consejo de vigilancia, no pudo construir nuevos edificios ni mejorar las herramientas tanto como le hubiese gustado.
[3] Asimismo, se le pidió que conquistase los mercados no con productos nuevos, sino con la venta de existencias antiguas.
[3] Estos problemas, inicialmente latentes, provocaron tensiones crecientes, y finalmente desembocaron en la exclusión del fundador de la empresa.
[3] En 1904, el consejo nombró a Jämes Favre, su sobrino y yerno, segundo director de la empresa.
[3] La nueva sociedad limitada tomó el nombre de Fabriques des montres Zenith S.A. succ.
[3] Sin embargo, análisis y trabajos posteriores demostrarían que estas acusaciones eran infundadas.
[3] Jämes Favre, sobrino de Georges Favre-Jacot, trabajaba desde 1896 como director del sector comercial.
[5] De acuerdo con su tío, realizó numerosos viajes a mercados abiertos, como Rusia, Inglaterra, Manchuria, China, Japón, Hong Kong, Shanghái, Java o Batavia.
[5] También se organizaron agencias en América del Sur, y finalmente Jämes Favre viajaría a los Estados Unidos de América para visitar fábricas de relojes y preparar la venta del movimiento Zenith.
[5] Cuenta la leyenda que a Georges Favre-Jacot se le ocurrió la idea de este nombre mientras observaba las constelaciones en el cielo estrellado.
[5][12] Con motivo de la exposición, la empresa también presentó numerosos modelos temáticos, incluido un reloj llamado "Campo dei Fiori" en honor a una medalla encontrada en 1899 en Roma, y que se cree que contiene una representación de Jesucristo.
[5] Georges Favre-Jacot fue también uno de los miembros fundadores del Werkbund en la Suiza francófona junto con Alphonse Laverrière.
[5][15] Georges Favre-Jacot y, sobre todo, Jämes Favre, desarrollaron con Alphonse Laverrière una fructífera colaboración que abarcará tanto los productos como los embalajes y las boutiques, situando así a Zenith como pionera en el movimiento de reforma de las artes decorativas iniciado por artistas y empresarios agrupados en el Werkbund[15] Desde el inicio de la siglo XX, Georges Favre-Jacot se centró en la precisión y presentó sus movimientos a los concursos cronométricos organizados por el Observatorio de Neuchâtel.
[16] Los buenos resultados llegaron muy rápidamente, y confirmaron a Georges Favre-Jacot del acierto de su apuesta por favorecer la mejora técnica para garantizar la expansión comercial.
[3][16] Zenith participó con éxito en las competiciones hasta su final en 1967, y obtuvo varios récords absolutos.
[5] Relojero y empresario, Georges Favre-Jacot también descubrió tempranamente su vocación de constructor e inversor.