Esta vivencia le hizo volver a descubrir el gran trabajo de los maestros clásicos y románticos.
Abandonó la noción rígida de progreso y las formas clásicas reaparecieron, fueron citadas a menudo literalmente en su música.
Su uso de la tonalidad comenzó a ser por primera vez conocido con su String Quartet No.
3 (1972), que incluye todo un conjunto de variaciones escritas al estilo del último Beethoven.
Otro movimiento del cuarteto contiene pasajes que recuerdan a la música de Gustav Mahler.