El primero de la familia en obtener el consulado fue Manio Otacilio Craso, en 263 a. C.[1] El nomen Otacilius puede ser derivado del praenomen Octavius.
[1][2][3] Los primeros Otacilii favorecieron los praenomina Manius, Titus, y Gaius.
En tiempo posterior, se ha encontrado Gnaeus y Lucius.
Crassus fue un apellido común, que significa "sin brillo, espeso," o "sólido".
Podría referirse a la apariencia, el comportamiento o al intelecto.