Ello lo ha llevado a mostrar su deseo de que comunistas, nacionalistas y ortodoxos trabajen juntos por la reconstrucción del país.
No se presentó a las elecciones en 2004, lo que permitió una fácil victoria de Vladímir Putin.
En los siguientes procesos electorales, Ziugánov y el PCFR siempre participaron quedando en segundo lugar, solamente superados por la formación Rusia Unida, creada en torno a la figura de Putin.
Entre muchas otras funciones, organizó fiestas y bailes como líder local del Komsomol mientras iba ascendiendo de cargo.
Luego regresó a su región natal para convertirse en el jefe regional del PCUS hasta 1983.
En la década de 1990, Ziugánov escribió varios trabajos influyentes atacando a Borís Yeltsin y pidiendo un retorno al socialismo.
El poder económico quedó concentrado en las manos de una incipiente oligarquía, los delitos violentos aumentaron y los grupos étnicos de toda Rusia se embarcaron en campañas, a veces violentas, para ganar autonomía, como sucedía en Chechenia.
Así, muchos rusos anhelaban volver a los días del socialismo, cuando el fuerte Gobierno central les garantizaba la seguridad personal y económica.
Ziugánov entró en las elecciones presidenciales de 1996, como el abanderado del Partido Comunista Ruso.
Cooptando por el nacionalismo ruso, atacó a la infiltración de los ideales occidentales en la sociedad rusa y retrató a Rusia como una gran nación que había sido desmantelada desde dentro por traidores en complicidad con los capitalistas occidentales que buscaban la disolución del poder soviético para explotar sin límites los recursos de Rusia.
Por otra parte, el apoyo comunista se debilitó por la salida de la vida pública del extremadamente impopular Yeltsin.
[9] Al día siguiente Ziugánov aseguró que las elecciones habían sido fraudulentas y denunció que «la enorme máquina estatal, criminal y corrupta», trabajó a favor de un solo candidato, haciendo referencia a Putin.