Genaro Bastardo

En 1992 continúa exponiendo en colectivas del oriente del país y recibe el Premio al Artista Guayanés, sección arte urbano de carácter efímero, en la III Bienal de Guayana.

Al año siguiente exhibe “Esculturas”, su tercera muestra individual, en la Sala Alternativa de Caracas y recibe el Reconocimiento Especial al Artista Joven del Gran Premio Dimple realizado en el MACCSI.

A finales de ese mismo año inaugura la BAS B 137 muestra “Señalética” (Sala Sidor) con una propuesta en la que objetos, dibujos y madera crean códigos, signos y señales (durmientes, señales ferroviarias, automovilísticas, peatonales, etc.) que forman un lenguaje icónico tridimensional necesario para emprender un viaje hacia la comprensión del espacio, del entorno cotidiano del artista.

Sus esculturas parten de un proceso que se inicia con un planteamiento sobre su preocupación acerca del ambiente y la naturaleza.

Sus instalaciones, al igual que sus esculturas y dibujos, plantean las relaciones con el espacio exterior, el entorno, el lugar que habitamos, los itinerarios y símbolos del hombre y el paisaje tanto rural como urbano, los cuales interviene sin que sufran ninguna modificación en el sentido ecológico o topográfico.