[1][2] Las placas secas "al gelatino-bromuro de plata" se fabricaban en industrias.
Se compraban en cajas que debían abrirse en un cuarto oscuro, con débil luz roja, para cargar los chasis.
Y una vez expuestas, se podían revelar sin prisas, días después, al regresar de los viajes.
Además de la sociedad Lumière, otros destacados fabricantes fueron: Guilleminot et Cie., y Agfa.
A finales del siglo XIX comenzó a sensibilizarse el papel mediante este procedimiento empleando el bromuro de plata convirtiéndose en el tipo de papel fotográfico más empleado en el siglo XX.