Garaje comercial

La invención y circulación de los primeros vehículos motorizados se da a fines del siglo XIX pero rápidamente comienza un proceso de masificación a partir del desarrollo de técnicas industriales como el fordismo y una inserción cultural a escala global.

Esta situación fue propiciada por un sinnúmero de eventos como carreras automovilísticas y una feroz campaña publicitaria.

[3]​ El mayor desafío consistía en la circulación interna, resuelta por rampas o ascensores.

Posteriormente, los garajes fueron tomando los distintos estilos predominantes de la época, como el racionalismo, perdiendo toda ornamentación e incluso comenzando a desmaterializar la fachada.

Se observa incluso la ausencia total de fachada apareciendo en su lugar un fuelle verde y rejas.