Gallo Azul

Con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, la familia Domecq le encarga al arquitecto sevillano que crease un edificio que serviría para embellecer el cruce entre la calle Larga y la calle Santa María, en la plaza homónima al edificio, como regalo a la ciudad.[1]​ El diseño de Aníbal González resultó un edificio de estilo clásico y portentoso, con clase y elegancia para el lugar donde se ubicaría.Técnicamente se encuadra dentro de un estilo regionalista y neomudéjar.Sigue la arquitectura tradicional en ladrillo que Aníbal González estaba llevando a cabo en Sevilla.En el piso se encuentra una galería abierta con columnas jónicas de mármol blanco y en la planta superior hasta conseguir una amplia terraza en ella.
Detalle del reloj del Gallo Azul.
Gallo Azul de noche.