En 1804 se convirtió en tierra de la corona del recién proclamado Imperio austríaco.
[1][2] Galicia era la mayor parte del área anexada por el Imperio Habsburgo en la primera partición de Polonia en 1772.
Los antiguos siervos ya no eran meros bienes muebles, sino que se convirtieron en sujetos de derecho y se les concedieron ciertas libertades personales, como el derecho a casarse sin el permiso del señor.
Aunque impopulares entre la aristocracia, entre la gente común, tanto polaca como ucraniana/rutena, estas reformas crearon una reserva de buena voluntad hacia el emperador que duró casi hasta el final del gobierno austríaco.
El nombre del reino en su forma ceremonial, en inglés: Reino de Galicia y Lodomeria con el Gran Ducado de Cracovia y los Ducados de Auschwitz y Zator, existía en todos los idiomas hablados, incluido el alemán: Königreich Galizien und Lodomerien mit dem Großherzogtum Krakau und den Herzogtümern Auschwitz und Zator; Polaco: Królestwo Galicji i Lodomerii wraz z Wielkim Księstwem Krakowskim i Księstwem Oświęcimia i Zatoru; Ucraniano: Королівство Галичини та Володимирії з великим князіством Краківським і князівствами Освенцима і Затору, romanizado: Korolivstvo Halychyny ta Volodymy rii z velykym kniazivstvom Krakivskym i kniazivstvamy Osventsyma i Zatoru, y húngaro: Galícia és Lodoméria királysága Krakkó nagyhercegségével és Auschwitz és Zator hercegséggel.