En 1970 se trasladó a Argentina como sacerdote Fidei Donum.
En 1971 se trasladó a la diócesis de La Rioja donde se unió al trabajo pastoral de Monseños Angelelli.
El padre Longueville decidió, voluntariamente, seguirlo para no dejarlo solo.
[3] Poco después sus cuerpos fueron encontrados con signos de fusilamiento en una zona rural cercana a la localidad.
[6] Fue beatificado por el papa Francisco el 27 de abril de 2019 junto a sus compañeros el obispo Enrique Angelelli, el sacerdote Carlos de Dios Murias, y el laico católico Wenceslao Pedernera.